El violento episodio se registró pasadas las 20 del viernes en una verdulería ubicada sobre calle José Verdi, a metros de Manco Capac.

Un sujeto con una gorra negra llegó al lugar como un cliente en una moto, mientras otra persona con otra motocicleta lo esperaba a pocos metros del negocio, cerca de las vías del ferrocarril.

El delincuente cuando ingresó al local se puso un barbijo negro y actuó en principio como un cliente más, sin llamar la atención del joven que estaba detrás del mostrador.

Cuando Santiago, el verdulero, se dio vuelta para prepararle el kilo de papa que le había pedido, se cruzó el mostrador y le puso un revólver calibre 22 en el cuello. “Esto es un robo, dame la plata, me gatilla y el disparo no sale. Nos trabamos en lucha y me vuelve a gatillar en la zona de la cara, tampoco sale el disparo y luego me apunta al pecho”, relató Santiago, que todavía ayer a la tarde, seguía sockeado por el violento episodio que lo había tenido como protagonista y que salvó la vida por milímetros.

Explicó que cuando lo amenazó por primera vez agarró una cuchilla para defenderse, mientras el ladrón seguía gatillando sin éxito.

La pelea y el forcejeo siguió en el exterior del pequeño local y ahí el delincuente volvió a gatillar y la bala le rozó su cabeza, sobre el costado izquierdo. “Veo una explosión y en la cara siento algo caliente, era la sangre que bajaba de la cabeza”, señaló Santiago conmocionado.

“Un vecino escuchó los gritos y se acercó para ayudarme y en ese momento el sujeto también le apuntó. Se subió a la moto Skua blanca de 150 centímetros cúbicos mientras intentaba ponerla en marcha para escapar junto al otro que hacía de campana cerca de las vías”, describió Santiago.

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