Cuatro delincuentes con rostro cubierto y guantes redujeron a las víctimas, de 77 y 60 años, y se llevaron ayer el botín en 15 minutos. Tenían un carro de mano para los caudales y en el apuro de la fuga también lo abandonaron
El carro de mano que sería para transportar la caja fuerte, abandonado junto al cerco. La Policía también secuestró una tijera con la que habrían cortado el alambre.
En un golpe con alto nivel de organización, cuatro delincuentes se apoderaron de 700 mil pesos en efectivo, tres relojes y un teléfono celular del interior de una casa del Country San Esteban, en el oeste de la ciudad.
Los asaltantes abrieron un boquete en un cerco perimetral del barrio cerrado para irrumpir en la vivienda, donde, bajo amenazas, redujeron a los moradores: un matrimonio compuesto por un hombre de 77 y una mujer de 60 años de edad, a quienes maniataron con precintos de plástico.
Los malhechores tardaron apenas unos 15 minutos para completar el atraco a cara cubierta, con guantes, y equipados con algunas otras herramientas para el dar el golpe, por lo que presumen que estaban bien informados.
Sin embargo, en el apuro, desistieron de apoderarse de una caja fuerte a la que no habrían podido abrir ni trasladar, por lo que también descartaron un carro de mano para llevarse el artefacto de caudales.
Todo se produjo de forma vertiginosa alrededor de la 1.30 de la madrugada de ayer, cuando el grupo de delincuentes logró acceder a la casa del lote 97 tras sortear la primera barrera metálica del predio. Una vez en la vivienda, redujeron al matrimonio mayor sin golpes pero con amenazas, para dejarlos maniatados con precintos plásticos que habrían llevado justamente para ese fin.
Las víctimas fueron encontradas por el personal de seguridad que cumplía una ronda dentro del barrio cerrado, que de inmediato las liberó, mientras que la Policía llegó al lugar minutos después, a las 2 de la mañana, según informaron fuentes de la fuerza.
Bien informados
Los moradores sostienen que los malvivientes tenían información clave sobre ellos: además de que no demoraron más de 15 minutos, presumen que sabían muy bien lo que hacían y cuál era el botín, pese a que el robo de los caudales se vería frustrado.
El dueño de casa y su esposa, en cambio, pudieron aportar poca información sobre los asaltantes, más allá de una descripción básica, que apunta a 4 varones mayores de edad con el rostro cubierto y guantes para no dejar huellas en el lugar del hecho.
En rigor, los asaltantes robaron 700 mil pesos, tres relojes pulsera y un teléfono celular, pero el botín no incluiría dólares, indicaron fuentes policiales.
Dijeron que los amenazaron y los redujeron, maniatándolos con precintos para despojarlos de pesos en efectivo y otros objetos valiosos. En rigor, se robaron 700 mil pesos, tres relojes pulsera y un teléfono celular, pero el botín no incluiría dólares, indicaron fuentes policiales.
Abandonan lo que sería el objetivo principal
Los damnificados aseguraron que la violencia sobre ellos consistió en amenazas verbales y en la privación de la libertad, pero aclararon que no los golpearon. Las víctimas no pudieron advertir si los delincuentes estaban armados.
Un dato que despertó suspicacias es que el grupo comando llevaba, además de otras varias herramientas, un carro de carga de mano, como los que suelen utilizarse para el movimiento de mercadería en depósitos y comercios.
Se presume que los delincuentes iban decididos a llevarse la caja fuerte del interior de la casa, pero no la pudieron abrir ni trasladar, de modo que el compartimento blindado para caudales quedó abandonado en el lugar. Una suerte parecida corrió la herramienta de carga, fue descartada al lado del cerco perimetral, aparentemente en el apuro para que nadie los descubriera, lo mismo que la tijera con la que cortaron el vallado metálico.
Abren un hueco en el alambrado
En tal sentido, fuentes cercanas a la investigación apuntaron que los asaltantes abrieron un boquete en el cerco perimetral sur del barrio privado, para buscar rápidamente su objetivo, regresar con el botín y abandonar el predio lo antes posible sin que otras personas los vean.
De acuerdo con lo que se pudo conocer, el barrio San Esteban cuenta con servicios de seguridad privada, para lo cual también emplea adicionales de Policía. Una vez conovocado al lugar, personal de la fuerza observó el tejido e ingresó a la vivienda para entrevistar a los damnificados.
Intervinieron efectivos de la Patrulla Preventiva y la División Investigaciones, que constataron el hecho y secuestraron elementos de prueba de interés para la causa, bajo supervisión del Ministerio Público Fiscal.