En un trabajo de cruzamiento de datos entre EMOS y Rentas, se detectaron 800.000 metros cuadrados de construcción sin declarar, correspondientes a 9.500 cuentas del ente municipal, que brinda los servicios de agua y cloacas en la ciudad.

Se trata del 12 % del total de cuentas que hay en el EMOS, que ascienden en la actualidad a 80.000.

Los titulares de estas cuentas hicieron ampliaciones que nunca declararon y que, tras el chequeo de datos, saltaron como construcciones ilegales.

Tras este paso, ahora van por los terrenos baldíos que figuran como tales en los papeles pero que, en realidad, hoy en día tienen construcciones de distinto tipo. Se trata de casos pertenecientes en su mayoría a contribuyentes que forman parte de la clase media que reside en la ciudad.

Por ejemplo, se han detectado casas que declaran 64 metros cuadrados pero que en realidad poseen 100 metros cuadrados de construcción, en virtud de ampliaciones que se hicieron con el correr de los años.

Eso significa que esas viviendas pagan impuesto por la superficie original y no por la real. Lo mismo ocurre con algunos baldíos que figuran como tales en Rentas pero que en realidad, en la actualidad, ya no son terrenos sino edificaciones.

“Es el 12 por ciento del total de cuentas que tenemos en el Emos, que ascienden a 80 mil”, cuantificó el funcionario.

Congestre también dijo que “ahora se va a ver el tema de los baldíos que figuran como tales en nuestra base de datos, pero cuando uno va al lugar se encuentra con edificaciones hechas”.

Otro de los casos que se detectaron fue el de un inmueble ubicado en un barrio de la ciudad que consta como tal en el registro catastral pero que en la dirección que se reporta hay en concreto 8 dúplex que se han construido con el tiempo.

El cruzamiento de datos permite actualizar la base catastral mediante relevamientos aerofotogramétricos y visitas personalizadas en los domicilios.

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