El padre Eusebio Barbero, creador de La Ciudad de los Niños, fue distinguido ayer como Ciudadano Ilustre de Río Cuarto, en una emotiva sesión que el Concejo Deliberante organizó en el Viejo Mercado y que contó con la presencia de distintas personalidades de la política, la Iglesia, las instituciones y de los chicos y trabajadores que forman parte de la organización que trabaja desde el año 1988 en la ciudad.

Al hacer uso de la palabra, el reconocido sacerdote agradeció a Dios y a la gente que lo acompañó a lo largo de su vida y dijo que la tarea continúa.

“Quiero agradecer a Dios, por sobre todas las cosas, y a la compañía de todos ustedes y de la gente con la que hemos recorrido juntos todo este camino, a través de tantas comunidades y pueblos de nuestra Diócesis. Es un momento de sosiego, de paz y de agradecimiento. Hay que seguir caminando juntos en este camino tan hermoso. Siempre estuve acompañado por la gente. La gente me ha ayudado a anunciar el Evangelio”, afirmó visiblemente emocionado.

Fue una ceremonia que contó con la presencia de algunos de los chicos que hoy forman parte de La Ciudad de los Niños. El padre Barbero se mostró emocionado por el reconocimiento y sostuvo que “es demasiado”. La propuesta fue votada por unanimidad en la sesión especial que se desarrolló en el Viejo Mercado.

“Es un reconocimiento enorme. Es demasiado. Hay que seguir andando con alegría, aunque los años pesen”, agregó.

Consultado sobre el proyecto que vio nacer y que sigue adelante (La Ciudad de los Niños), Barbero dijo que “salió así” y que desde un primer momento “fue bendecido”.

“Lo hicimos con la ayuda de todos. Hoy hay muchos chicos que ya son personas mayores y que vuelven a La Ciudad de los Niños”, destacó.

La vida

El padre Eusebio Bautista Barbero nació el 19 de octubre de 1941 en Río Cuarto.

Tras militar en la sección de niños y aspirantes de la Acción Católica de la parroquia de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, ingresó al Seminario en marzo de 1954.

El 8 de enero de 1966 fue ordenado sacerdote. Su primer destino fue como vicario cooperador de la parroquia La Merced de La Carlota.

También estuvo con el mismo cargo en La Consolata (Sampacho), con residencia en Bulnes.

Entre 1973 y 1995 fue párroco de Nuestra Señora de Luján y San Martín de Porres, en Río Cuarto.

En ese marco, en 1988, junto a los miembros de la comunidad, puso en marcha La Ciudad de los Niños, con el objetivo de dar contención a los chicos que presentan situaciones de desamparo.

La obra fue creciendo desde todo punto de vista con el paso de los años y hoy por hoy sigue adelante prestando múltiples servicios.

“A lo largo de un extenso camino, ha sembrado esperanza en aquellos más necesitados, en el convencimiento de que la educación es la herramienta fundamental para la superación y la equidad de oportunidades. El bienestar de niños, niñas y jóvenes ha sido su preocupación y ocupación. Hacia ellos, el cura Barbero ha enfocado su acción, creando y organizando ámbitos de contención, espacios de recuperación, de fortalecimiento y custodia. Se distingue a Barbero por su compromiso y participación constantes en todos aquellos momentos en que ha podido extender su acción desinteresada”, destacaron los concejales en los argumentos del proyecto de declaración que fue votado por unanimidad.

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