En la 39° audiencia del juicio a Marcelo Macarrón por el asesinato de su esposa, Nora Dalmasos, el fiscal de Cámara Julio Rivero dio un alegato de casi tres horas que finalizó en el pedido de absolución para el acusado. Además, concluyó que no cambiará la acusación.
Rivero dijo ante el jurado popular y el tribunal técnico a cargo del debate que no cuenta con pruebas suficientes y que ante ello debe pedir la absolución de Macarrón.
«No puedo acusar por acusar«, dijo el fiscal. Y agregó: «No puedo sostener que la mató un sicario no porque no hay prueba sino porque hay prueba de que fue (sexo) consentido». El sexo consentido echa por tierra un acuerdo criminal«.
Tal como establece la ley, el jurado popular no podrá pasar a deliberar para llegar a un veredicto ya que sin acusación fiscal no puede pronunciar una condena.
Y como no existe querella, y el único impulsor de la acción penal desistió de acusar, el tribunal técnico solo podrá dictar un veredicto absolutorio, que dejará el caso impune (ya que pasaron más de 15 años del asesinato y por lo tanto prescribe la acción penal).
La última audiencia
Luego del cuarto intermedio dispuesto el pasado 22 de junio, hoy se reinició el juicio por jurados por el crimen de Nora Dalmasso. Su viudo, Marcelo Macarrón, estaba acusado de «homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal«.
El fiscal Luis Pizarro, quien instruyó el caso, consideró en la elevación a juicio que la madrugada del 25 de noviembre del 2006 el viudo «planificó dar muerte a su esposa por desavenencias matrimoniales y con la intención por parte de su/s adlater/es de obtener una ventaja, probablemente política y/o económica«.
El representante del Ministerio Público debía respaldar con pruebas la acusación en el juicio. En cambio, cuestionó duramente la investigación llevada a cabo y dijo que no tiene pruebas para pedir una condena.
Rivero criticó fuertemente la investigación realizada por sus colegas, la Policía e incluso a los médicos y peritos forenses. Además, rechazó la hipótesis de que Macarrón pagó para ordenar el asesinato de quien era su esposa.
«No puedo torcer la voluntad de la prueba, soy el abogado de la sociedad y siento orgullo, pero eso no me autoriza a acusar por acusar«, dijo. Y agregó: «La prueba me dejó solo«.
«La acusación de Pizarro nadie la controló«, dijo en referencia a la investigación que hizo el último fiscal que intervino en la causa. «Está lleno de hechos neutros que no me dicen nada«, aclaró. Y agregó: «Sería un acto de irresponsable acusar a Macarrón de homicidio por promesa o pago remuneratorio«.