La Justicia dictaminó en la Cámara Primera del Crimen que los hermanos Alberto y Elías Maldonado y su padre Santiago fueran absueltos por los hechos ocurridos en julio del año pasado que fueron caratulados con la figura de intento de homicidio. Si bien los jóvenes, de 24 y 28 años, fueron condenados por violación de domicilio a una pena mínima, ya cumplida desde su detención, los tres quedaron en libertad y el Palacio de Justicia vivió ayer una tensa jornada en el debate.
Resulta que a los acusados se los juzgaba por lo ocurrido en la vivienda de barrio Obrero a mediados del 2020, día en el que entraron a la vivienda de Nicolás Manchado y discutieron con quien se presentaba como víctima. A partir del forcejeo, dispararon un arma de fuego que hirió a la víctima y días después fueron detenidos, tanto los hermanos que ingresaron a la casa como el padre, que los estaba esperando en la puerta arriba de una motocicleta.
En el inicio de la jornada, se habían realizado los alegatos, con el fiscal Julio Rivero y con el abogado defensor de los tres acusados, Cristián Nicolás Falco. La Fiscalía solicitó 12 años de prisión para los hermanos y 7 para el padre, mientras que la defensa pidió la absolución de los tres.
Tras la deliberación, el jurado popular que acompañó a los jueces de la Cámara Primera del Crimen, presididos por Nicolás Rins y con los vocales Daniel Vaudagna y Natacha García, definió que los acusados fueran absueltos por el intento de homicidio y solamente condenaran a un año de prisión (ya cumplido desde los hechos en 2020) a los hermanos por violación de domicilio.
Por lo tanto, entre llantos y mucha emoción, abandonaron en libertad el SUM de Tribunales.
De acuerdo con lo que indicaba la investigación, el 3 de julio de 2020 los atacantes ingresaron a la vivienda y redujeron a la víctima, que entonces tenía 21 años. Más tarde, no se recuperó el arma con la que habrían disparado, de hecho indicaron que no era de su propiedad sino que del mismo Manchado y que el tiro se produjo en un forcejeo, que no fueron con la intención de matarlo.
Según lo que se supo, había rivalidades entre ambas partes y los hermanos Maldonado fueron a la casa de Manchado a enfrentarlo.
Luego de lo ocurrido, el herido fue a la Policía y de allí lo llevaron al Hospital para controles, pero tras ser asistido fue dado de alta y decidió volver a su hogar, por lo que no permaneció mucho tiempo en el nosocomio.
De todas formas, los hermanos Maldonado fueron detenidos los días siguientes al hecho, en distintos allanamientos que se produjeron en la ciudad. En tanto, su padre, que había quedado fuera de la vivienda esperándolos (y por este motivo estaba acusado de ser cómplice del hecho), fue apresado un mes más tarde.
En sus alegatos, el mismo abogado defensor de la familia Maldonado había considerado que el trabajo en la etapa de instrucción y la figura que se les había imputado eran erróneos. De hecho, indicó que el único testimonio que tenían en contra era el de la víctima, que de hecho durante las testimoniales en el juicio se contradijo con lo que había declarado en sede policial cuando ocurrieron los hechos.
Entre otros puntos, se precisó que Manchado se encontraba con una mujer al momento de los hechos y que fue ella quien intervino para que no lo mataran. Sin embargo, en su declaración ante el jurado Manchado dijo que ella nunca había salido de la habitación para separarlos.
Del mismo modo, sólo tenían en contra el testimonio de una vecina que había declarado a horas del hecho y asegurado que escuchó los disparos, pero en el juicio dijo no recordar lo que había ocurrido aquella noche de hace un año.
En 15 días se conocerán los fundamentos del fallo que de manera unánime dispuso el jurado popular, pero que tuvo diferencias entre los jurados técnicos.
Mientras tanto, los hermanos Maldonado purgaron su condena por violación a domicilio, tras este año que permanecieron en la Unidad Penitenciaria, y su padre cumplió con una sentencia de la Justicia que terminó absolviéndolo de un delito que no había cometido.
