Los obispos de todo el país participaron de la Conferencia Episcopal y emitieron una declaración, donde afirman que «vemos un pueblo que sufre, miedo a salir a la calle, violencia y agresión generalizada». Pese a ese diagnóstico, los obispos indican que debemos tener esperanza.
Adolfo Uriona obispo de la diócesis de Río Cuarto, participó de la conferencia y señaló que «le pedimos a la clase política que haga un acto de grandeza, que piense más en la gente que sufre y menos en sus interés personales«.
Además, resaltó que «los obispos y sacerdotes nos comprometemos a bajar a los barrios que sufren mucho en estos tiempos por la falta de trabajo y por la droga«.
Por otro lado, el obispo pidió a los dirigentes que dialoguen, se escuchen y busquen los consensos necesarios para el bien de la comunidad.
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