Los resultados de las pericias realizadas sobre la ropa de Nicolás Zabala confirmaron que las manchas eran de sangre de Oriana Gianinni, la joven de 21 años asesinada el pasado 29 de enero en su casa de barrio Trulalá.

Hasta ahora la Justicia manejaba la hipótesis de que Zabala, exnovio de la víctima, era el asesino. Con estos resultados de ADN, la certeza casi anticipa una condena del joven de 24 años imputado por homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género.

Zabala, de 24 años, fue detenido a los pocos minutos del femicidio, en cercanías de la casa de sus padres.

Estos resultados genéticos son una prueba más para la elevación a juicio de la causa, y se suman a todos los elementos reunidos hasta el momento por el fiscal Miralles y que ubican a Zabala como el único autor del crimen.

La joven, de 21 años, habría sido asesinada por Zabala en su casa de pasaje Hermanos Velazco 1649, ese sábado 29 de enero. El presunto femicida habría sorprendido a la víctima dentro de su vivienda, cuando ella regresaba de su trabajo. Ante la ausencia de respuestas de su Oriana, y temiendo por las amenazas que habría recibido, la mamá y tía de Oriana fueron hasta su vivienda. Y allí la encontraron asesinada.

Zabala la habría matado en el patio y la habría arrastrado hasta el baño de la pequeña vivienda, luego de desfigurarle el rostro y provocarle lesiones punzocortantes en distintas partes del cuerpo.

Las cámaras de seguridad de una vivienda próxima al lugar del crimen fueron clave para ubicar al atacante de Oriana.

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