El Ente Municipal de Obras Sanitarias (EMOS) de Río Cuarto se encuentra en estado de alerta tras confirmar el robo de más de 360 medidores de agua en la ciudad. El titular del organismo, Juan José Oses, manifestó su «mucha preocupación» por la magnitud del ilícito, que ha obligado a la entidad a ampliar las denuncias judiciales.
El robo masivo está impulsado por la presencia de bronce en los medidores, un metal altamente cotizado en el mercado negro.
“El día 31 del mes pasado formalizamos una denuncia por robo de medidores que tienen un componente de bronce, y esta semana la vamos a ampliar porque sumamos en muy poco tiempo 360 medidores robados”, explicó Oses.
Daño operativo y alto costo
El funcionario señaló que el robo no solo representa un problema económico (cada medidor cuesta entre 300 y 500 dólares, más los gastos de reinstalación), sino que también genera un impacto negativo en la gestión del servicio.
“Este ilícito nos provoca una situación en la facturación y en el control de los volúmenes de agua”, indicó Oses.
El problema se extiende más allá de los domicilios: también se registraron «robos en estaciones de bombeo y pozos, donde sustraen tableros, cobre y bronce”.
Respuesta inmediata y plan de contingencia
Frente a la emergencia, el EMOS activó un plan de respuesta para minimizar la afectación a los usuarios:
- Suministro garantizado: «Nosotros rápidamente damos una respuesta al vecino para reconectar y que tenga el servicio de agua. Le damos la tranquilidad de que no le va a faltar el suministro”, aseguró Oses.
- Materiales alternativos: El directorio evalúa la implementación de medidores con materiales alternativos que desalienten este tipo de robos a futuro.














