Renato Cesarini, Sportivo Municipal y el Nacional, registraron la sustracción de instalaciones eléctricas durante el fin de semana largo. Admiten que son espacios vulnerables al delito

Al menos tres instituciones públicas de la ciudad fueron objeto de robo durante el pasado fin de semana largo en distintos hechos que tuvieron por común denominador la sustracción de cableado e instalaciones eléctricas externas.

Los ilícitos fueron denunciados tanto desde el Colegio Nacional, emplazado en calle Baigorria, como en los clubes Sportivo Municipal y Renato Cesarini.

Respecto del centenario establecimiento educativo, los directivos advirtieron con la vuelta a clases el pasado miércoles que del pilar exterior habían sido violentados y siniestrados los medidores de electricidad pertenecientes a la Empresa Provincial de Energía Eléctrica. Si bien ello trajo consigo incovenientes al momento de llevar a cabo ciertas actividades educativas e incluso de activar la bomba de elevación de agua para una batería de sanitarios, las clases se dictaron con normalidad y con el correr de las horas una cuadrilla de Epec restituyó los dispositivos vandalizados. Asimismo, no sería la primera oportunidad en que el Colegio padece este tipo de ataque delictivo que tiene por finalidad la sustracción de metales que luego se comercializarían en el mercado negro.

Robos en dos clubes

“Nuevamente fuimos víctimas de vandalismo”, publicaron en sus redes oficiales los dirigentes del club Sportivo Municipal, de barrio Santa Rosa, para precisar más adelante que “por segunda semana consecutiva sufrimos robos de cables de instalación eléctrica de las torres de luz de cancha grande”.

“En estas últimas 2 semanas se robaron aproximadamente 150 metros de cables preensamblados cuyo valor se hace complicado a la hora de reponerlos, pero eso no significa que nos quedamos de brazos cruzados. Vamos a seguir trabajando por el bien de la institución”, difundían desde la institución deportiva.

Una situación similar reportaban desde el Club Renato Cesarini, de barrio Obrero, institución que brinda contención a unos 650 niños que asisten a practicar distintas disciplinas deportivas.

En diálogo con el programa televisivo Puntal AM!, el presidente del club, Santiago Mariscotti, comentaba ayer que es la sexta vez que sufren un ataque vandálico en la institución y que los dos últimos hechos se dieron en el transcurso de un mes, en los mismos se robaron las bajadas del cableado eléctrico y el medidor. “Cortaron los cables con astucia y nos quedamos sin luz. La inversión es mucha pero lo más lamentable es sentirse invadido y arrebatado en el esfuerzo que uno hace, y eso duele. Y duele porque sabemos que es gente cercana al lugar la que promueve estos hecho vandálicos”, señaló el presidente del Club emplazado en Guayaquil 900. Además, dijo que por recomendación de especialistas, en esta ocasión reemplazaron el material conductor que en el preensamblado anterior era de cobre por uno de aluminio, que carece de valor en el mercado informal. “Está todo el circuito armado para que esto pase y los clubes somos objetos de estos robos. Trataremos de reforzar en seguridad, pero a veces no podemos estar en todos lados y somos vulnerables en algunos sentidos”, reflexionó.

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