Entre la madrugada del pasado viernes y la de ayer martes, al menos cinco de las perforaciones por las cuales el Ente Municipal de Obras Sanitarias (Emos) extrae agua para la ciudadanía fueron objeto de actos vandálicos, con un denominador común: la extracción del cableado de cobre que conecta el pilar al tendido de Epec para alimentar así el sistema de bombeo. Y el foco del delito estuvo puesto precisamente en el conductor que suministra energía a los pozos y que retiran para luego comercializar el metal en el mercado negro.
Ramiro Congestre, director operativo de Emos, dijo a Puntal que tras la seguidilla de ataques vandálicos que trajeron como correlato daños en dispositivos propios del sistema (además de la sustracción del cable) fue que se resolvió reemplazar la conexión por un conductor del tipo preensamblado a base de aluminio -en reemplazo de cobre-, con el único fin de desalentar el delito.
“Todo empezó el pasado viernes cuando, en la madrugada, la guardia rotativa que hace circulaciones por las diferentes perforaciones advirtió que el pozo 29, emplazado en la colectora oeste de A005 a la altura de Villa Dalcar, había sido violentado en el tablero de luz y que habían sido cortados los cables del tendido que baja de Epec a las perforaciones y los que contectan los medidores, llaves térmicas y demás artefactos. Se notificó a la guardia y a primera hora del día siguiente se trabajó en el reemplazo de cables y se dio aviso a Epec para que trabaje en la bajada de electricidad”, puntualizó Congestre.
Y agregó: “Quedó resuelto todo el mismo viernes y a las 19 horas ya estaba todo normalizado. Por ese acto vandálico se registró una mínima merma de presión, que en esta época del año casi fue imperceptible”.
El segundo ataque se advirtió en la madrugada del domingo cuando, también en ronda de guardia, observaron que el pozo 17, que está en proximidades de la ex estación Wittouck sobre la margen oeste, había sido objeto de vandalismo.
“La cuestión allí fue más compleja, por lo que intervenimos rápidamente la perforación, con el temor de que pudiera tratarse de un efecto en cadena tras el primero”, dijo.
Y esa presunción finalmente se confirmó en la madrugada de ayer, cuando advirtieron que el pozo 16 emplazado a metros de este último, y otros dos situados en inmediaciones del viejo camino a Córdoba, habían quedado fuera de servicio por el mismo ataque.
“Hablamos con Epec y resolvimos hacer una conexión diferente a lo que era la conexión original. Se optó por un cable preensamblado que no contiene cobre, sino que posee aluminio, cuyo valor es mucho menor que el cobre en el mercado ilegal de metales”, explicó Congrestre.
Y dijo: «No son muchos metros de cable los que se roban. Es mayor el daño operativo que nos genera que el beneficio económico que pueda obtener por el material que se llevan. Por eso, al cambiar por preensamblado buscamos desalentar el delito”. Cabe agregar que, tras estos últimos ataques, se vio resentido el servicio principalmente en el sector norte de la ciudad y a nivel general, pero casi de manera imperceptible producto de la época de bajas temperaturas que transitamos.
Restablecimiento del servicio
De los últimos cuatro pozos violentados, dos de ellos fueron reactivados normalmente desde el mediodía de ayer y restan restablecer dos más cuyos daños fueron de mayor consideración.
Ayer, a las 13 horas, representantes de Emos se reunieron con autoridades de la Policía, de Seguridad Ciudadana y de Epec para identificar cuáles son las perforaciones más expuestas y que se presentan vulnerables a posibles nuevos ataques. Y justamente sobre esos pozos se procederá a reemplazar rápidamente el cableado para intentar desalentar nuevos ataques.
“Trabajamos en el patrullaje, pero como es un acto delictivo que les lleva pocos minutos, a veces no damos abasto en materia preventiva. Quienes van a robar están a la expectativa en algún lugar donde hay malezas y puedan ocultarse para esperar el momento más propicio para el ataque”, estimó.
Por otra parte, dijo que las investigaciones policiales que se impartieron ponen el foco en la revisión de los registros de las cámaras de vigilancia de cada sector como así también en los distintos puntos donde se comercializan este tipo de metales.