El domingo al mediodía, luego del bautismo, se produjo un robo en la parroquia San Roque. “Sentí un ruido y al entrar a la parroquia me encontré con una persona joven que se llevó una puerta del sagrario y dos candelabros. Era un hombre joven, delgado, alto que salió corriendo muy rápido”, manifestó el padre Carlos Juncos.

El sacerdote explicó que la puerta es un rectángulo de bronce que tiene la imagen del copón, donde se reserva la eucaristía y los candelabros y la campanita, también son de bronce y tienen motivos religiosos.

De acuerdo a lo manifestado por el párroco de San Roque, “no hay ninguna parroquia que no haya sufrido algún robo”.

El reconocido sacerdote reflexionó que “quien robó es un hermano que tiene necesidades y que reclama una respuesta de amor, comprensión y cuando alguien hace algo mal debe responder por eso, pero uno siente más dolor por él que por lo material”.

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