Este viernes 28 de junio se llevó a cabo la 301ª colación de la Universidad Nacional de Río Cuarto. En sendos actos en el Aula Mayor, recibieron diplomas 126 nuevos profesionales de las cinco facultades. Por la mañana fue el turno de los 26 de Agronomía y Veterinaria, los 15 de Ciencias Económicas y los 22 de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, y por la tarde, el momento de los 56 de Ciencias Humanas y los 7 de Ingeniería. Fue la primera colación con los nuevos abanderados.

En el acto matinal, por los graduados habló el contador Santiago Hernández Guido y por las autoridades de la UNRC lo hizo el secretario General, Jorge Miguel; en el vespertino se dirigieron al auditorio por los graduados la abogada Luz Sofía Pollastrini y el secretario Académico, Pablo Pizzi.

En el primer turno, la ceremonia fue presidida por la rectora, Marisa Rovera, quien tomó juramento profesional a los graduados. Compartió el estrado con los decanos de Agronomía y Veterinaria, Ciencias Económicas y Ciencias Exactas, respectivamente Carmen Cholaky, Guillermo Mana y Marcela Daniele, y los secretarios Académico y General de la UNRC.

También el acto de la tarde fue presidido por la rectora Marisa Rovera acompañada en el estrado por la vicerrectora Nora Bianconi; el secretario Académico de la Universidad Pablo Pizzi, el decano de la Facultad de Ciencias Humanas Fabio Dandrea y el vicedecano de la Facultad de Ingeniería Martín Kunusch Micone.

Como sucede desde su implementación en 2016, en esta colación también hubo diplomas merced al programa Potenciar la Graduación. Por la mañana, el himno nacional argentino fue interpretado por Matías Targhetta, en piano, y Andrés Gallo, en armónica. La parte artística de la ceremonia de las 14 estuvo a cargo del grupo musical Les inmigrantes que interpretaron Tapacari, Volviendo al Valle, Kuna Taquiraki, Los Mineros y Cueca Boliviana.

Compromiso

Hernández Guido manifestó que el rol de los profesionales es “fundamental” toda vez que conlleva “habilidad y conocimientos” para proveer “soluciones innovadoras”. Que desde la heterogénea paleta de saberes universitarios es factible ayudar a la Argentina, que atraviesa “una profunda crisis”, a afrontar sus “desafíos económicos y políticos”. En este marco se hace aún más necesario para el país aprovechar factores como “educación y creatividad” que habiliten transformar las crisis en “oportunidades de cambio y progreso”.

El contador planteó que es menester que la aplicación laboral de todo lo aprendido en la casa de altos estudios esté guiada por “responsabilidad y sensibilidad”, de la mano de la ética y el compromiso en pos de marcar la diferencia y “ser agentes de cambio”. En otro momento, agradeció pues “a lo largo de los años” estudiar en la UNRC le permitió incorporar saberes “teóricos y prácticos” además de valores como “esfuerzo y perseverancia” para una formación integral, no solo profesional.

La tenacidad a la que hizo alusión Hernández Guido servirá a fin de “no rendirnos ante la adversidad”, de demostrar con hechos que la educación es “motor para el crecimiento”. A cuento de educación, expuso preocupación por su “calidad en el secundario”, que llamó a elevar. En consonancia, convocó a todos quienes este viernes recibieron diplomas a “protagonizar un futuro mejor para todos”.
Consciente de que “el título es solo el comienzo” de un sendero de trabajo colectivo para “una Argentina más justa y próspera para todos”, agradeció a docentes, nodocentes y autoridades de la UNRC, familiares y amigos.   

Expectativas

En su alocución, Jorge Miguel indicó que “nada de todo lo que se hace en esta Universidad tuviera principio ni fin, si semejante tarea no se proyectara hacia afuera”, “si el conocimiento no se derramara, si el avance de la investigación y la ciencia, si la tarea de la extensión no repercutiera en miles de personas que en forma directa o indirecta se nutren de nuestra existencia como Universidad”. 

El secretario General dijo a los graduados que “el proceso formativo que no solamente se circunscribe a lo profesional, lo técnico, lo académico, sino también y fundamentalmente en lo humano -que debo decir, es probablemente más importante que lo anterior- ese camino, ese trayecto que espero sea el primero de otros, concluye en este momento con la entrega de un certificado, un título, un diploma, que en sus vidas refleja muchas más cosas y situaciones que el mero conocimiento de una profesión en particular”.  

Uno de los ejes del discurso de Miguel fue el de las expectativas, que “son la esperanza de realizar o conseguir algo. Son la posibilidad razonable de que algo suceda. Esos sentimientos, esa sensación, es lo que motiva a los seres humanos a emprender algo, una tarea, una empresa, una relación, o una carrera universitaria.

Cuando Uds. ingresaron a esta Universidad, lo hicieron con una expectativa, la de recibir un título universitario que hoy se plasma, se instrumenta, en ese diploma que tienen entre sus manos”.  

Las expectativas, junto al trabajo perseverante de los estudiantes del ayer derivaron en la graduación de hoy. También se refirió al orgullo, “un sentimiento que se nutre de muchas virtudes, y que no se centra solamente en el resultado, sino en el proceso cumplido, el esfuerzo puesto en juego, la valía del premio”. 

Más adelante, agradeció a los flamantes profesionales “por la paciencia de disimular nuestros errores, que a la vez, nos obliga y compromete diariamente a repensar la Universidad, a mejorarla, a ser más eficientes, más dinámicos, pero más importante aún, a ser más humanos”. Y los convocó a que “sobre sus hombros lleven orgullosos los principios de la Universidad pública, gratuita y de calidad”.

En este marco, les pidió: “Sean y actúen como ingenieros, licenciados, agrónomos, veterinarios, contadores, abogados, enfermeros, filósofos, pero nunca olviden que fueron jóvenes universitarios que tuvieron la templanza, la perseverancia, el tesón  para lograr sus objetivos, pero también recuerden que tuvieron la posibilidad que no todos los jóvenes de esta y de otras generaciones  tuvieron o tendrán”. Por ello, recordó que “hoy mismo, mientras se desarrolla esta fiesta, hay muchos que la están pasando mal”.  

En una tierra en la que “no todos cuentan y gozan de esos privilegios que a nosotros nos han parecido naturales y cuantiosos”, Miguel planteó la relevancia de un ejercicio profesional que además de contribuir a “la satisfacción de sus intereses personales”, contribuya a “la concreción del bien social y colectivo. Les ruego, no olviden ser generosos con aquel que tiene restringida la dicha de ser expectante”, enfatizó y añadió: “Sean felices, y una buena forma de serlo es ayudando al que lo necesita. Y no se olviden de esta, su segunda casa, la Universidad Nacional de Río Cuarto. La Uni.  

No están invitados a volver cada vez que puedan, porque nadie debe ser invitado a su casa. Simplemente,  esperamos  que retornen a continuar sus estudios de posgrado, vuelvan para concursar por un cargo docente o nodocente, vengan a ofrecer sus servicios, o quizás y ojalá, regresen  con sus hijos cuando ellos elijan como Ustedes, sus padres, esta Universidad para lograr sus sueños”.

Hacia el final, el secretario General de la UNRC exhortó a los graduados: “Hoy, como hace cinco o seis años, confíen en sus expectativas y sus capacidades, tengan la esperanza de realizar o conseguir algo, pues la posibilidad razonable de que algo bueno suceda en sus vidas, creció y creció mucho”.  

Ascenso social

Por los graduados en el acto de la tarde habló la abogada Luz Sofía Pollastrini quien expresó: “Es un honor para mí compartir con ustedes estas palabras en representación del claustro estudiantil. Crecí y transité mi vida entera soñando con venir a la universidad pública pero ese anhelo profundo siempre tuvo una explicación. Mi padrea fue la primera generación de mi familia que llegó a la Universidad y al igual que muchos llegó con una ilusión que cinco años más tarde se convertiría en un triunfo personal como resultado de luchas colectivas: la educación pública como herramienta de ascenso social”.

Agregó que “a lo largo de estos seis años presencia el esfuerzo y la resistencia de quienes trabajaban y estudiaban y luchaban también para sostener a sus familias. Sin dudas en la Universidad ejemplos y estandartes de la decisión del esfuerzo por progresar abundan”.

Sostuvo que “quienes elegimos transitar por la universidad pública lo hicimos con la convicción de que la misma es un orgullo en la Argentina y en el mundo y motor de la democracia, la producción y los lazos sociales. La educación pública nos transformó no sólo a cada uno de nosotros sino a miles de estudiantes a lo largo y a lo ancho del país”.

“Un camino por transitar, una causa por la cual luchar y un sueño que acabamos de cumplir. Tengo solo palabras de agradecimiento para nuestra casa de altos estudios para cada docente y nodocente que fue parte del proceso, palabras de agradecimiento acompañadas por el fuerte compromiso de sostener la idea de que debe existir la universidad pública, no arancelada, científica y de calidad en la Argentina”.

Dijo: “Quienes estamos por recibir nuestro título somos orgullosos hijos de la universidad pública, por eso es impostergable el deber que tenemos de poner nuestra profesión para alcanzar la igualdad y garantizar la equidad social.

Soñemos y trabajemos incansablemente para que más personas como vos, como yo, como nuestros padres, y abuelos llegue a la universidad, así le habremos restituido con orgullo a nuestra institución lo que tanto nos ha brindado”.

Y concluyó que “los problemas estructurales que tenemos como país se solucionan con más educación pública. Egresados y egresadas de la UNRC la tarea que tenemos por delante es inmensa. “Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan” (parafraseando el lema de la Reforma del ´18). Luchemos día a día con el compromiso y la convicción que una Argentina más justa y de iguales es posible”.

En el camino

El secretario Académica Pablo Pizzi en su discurso propuso a los graduados que se tomaran un instante para rememorar a lo largo de su trayectoria universitaria la figura de aquel docente que “por alguna razón particular te dejó una huella, dije huella no pisada, pensá en alguien que en esta Universidad contribuyó en algo a que vos hoy alcances esta titulación, tal vez una palabra, una frase, puede ser docente motivador, docente comprometido, docente que buscaba el cambio, docente que buscaba que pensaras, no lo sé son solamente ejemplos, les pido que piensen en ese docente que tal vez marcó tu trayectoria académica”.

Por otra parte, Pizzi invitó a los familiares y amigos presentes en el aula mayor del campus a que “piensen en una expresión de ánimo que le dirían hoy a este egresado a quien viniste a acompañar, una expresión de ánimo que le dirías al finalizar este encuentro”.

Luego se pudo ver en proyección un colorido edificio con sobresalientes balcones de la ciudad de Lima, Perú, que según explicó el secretario Académico de la UNRC, es conocida también como la ciudad de los balcones.  Detalló que son balcones que se comenzaron a construir en Lima a finales del siglo XVI y que tenían como particularidad que los habitantes de la casa podían mirar la calle sin ser vistos, desde allí miraban el camino desde su “zona de confort””.

“Pero lo que ustedes han recorrido no son balcones, no es la zona de confort, sino caminos, caminos a veces fáciles y otras veces con dificultades, ustedes decidieron no estar en el balcón sino estar en el camino, porque es estar con el otro, porque construir una universidad pública y sostener un sistema de ciencia nacional implica estar recorriendo el camino con el otro”.

Destacó que si esta fuera una carrera de relevos en el atletismo con sus distintas estaciones en la entrega y recepción del testimonio ahora te toca a vos –dijo a los graduados- ya que alguien la empezó, alguien la continúo y ahora te toca a vos.

Y para terminar puso palabras del Estatuto de la UNRC “nuestro ADN como universidad” y agregó que “cuando digo universidad pública y pienso en nuestro Estatuto tengo que pensar en que es una universidad comprometida con el otro, que no puede estar en un balcón sino recorriendo el camino, que hoy los pone en el desafío de recorrer un nuevo camino, que te acompaño con errores y con aciertos y ahora te toca a vos seguir en el camino”. 

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