Una decena de vecinos se trasladaron a la comisaría de Bimaco, pero les dijeron que no pueden hacer nada.

Leandro Gil comentó que en una semana hubo cinco asaltos y que activaron la alarma comunitaria pero no fue nadie.
Vinculan la situación con que uno de los menores involucrados en el crimen del remisero Facundo Pereyra fue a vivir a la zona.
Se mostró preocupado porque las situaciones violentas de acentuaron en las últimas semanas.
» La gente tiene miedo porque prácticamente todas las noches los delincuentes caminan por los techos. En este barrio residen muchas personas mayores y son blancos permanentes de asaltos», indicó.
Lamentó que no existan respuestas contundentes por parte de la Policía ante mucho merodeo, gente desconocida con intenciones de robo.
» No se ven los patrullajes, las alarmas comunitarias suenan y no van los policías porque no tienen móviles», aseveró el vecino.