Este 28 de junio, a 50 años del denominado “Esquinazo” (un hecho poco conocido ocurrido en nuestra ciudad en 1972), se llevó a cabo un acto de reconocimiento a las personas que participaron de la movilización que terminó con una fuerte represión.

La actividad conmemorativa se desarrolló en la vereda del patio de los colegios Nacional e Industrial, y fue organizada por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos “La Huella”.

En ese lugar se hizo una reconstrucción de aquel día a partir de los testimonios de los protagonistas de la concentración, y se analizó el contexto general de los últimos “azos” de la época, que estallaban a lo largo y a lo ancho del país.

El objetivo del encuentro fue recordar y reivindicar la movilización encabezada por estudiantes de colegios secundarios de la ciudad, de la recién creada Universidad Nacional de Río Cuarto y del Instituto Superior de Ciencias y la Universidad del Centro, quienes se unieron bajo un mismo reclamo: el rechazo a la dictadura de Lanusse.

Hace 50 años, los jóvenes salieron a la calle para repudiar al gobierno militar y en solidaridad con el pueblo tucumano, ya que el estudiante Víctor Villalba, partícipe de lo que fue el “tercer tucumanazo”, había sido asesinado por la policía días antes.

De acuerdo a la información difundida desde “La Huella”, en 1972 la asamblea estudiantil se congregó en el patio de los colegios Nacional e Industrial (donde funcionó en sus comienzos la UNRC), lo que resultó ser el puntapié inicial para la represión policial y militar que se extendió con más de 20 detenidos a la esquina de Buenos Aires y Constitución, donde funcionaba el histórico bar conocido como “El Esquinazo”. Justamente, de ese lugar emblemático toma el nombre la acción de protesta que se dio pocos años después del Cordobazo (1969).

Antecedente

Es uno de los primeros antecedentes locales de construcción de redes colectivas, basadas en el compromiso social y el deseo de transformación, que fue reprimido violentamente por el Ejército y la Policía de nuestra ciudad. Un antecedente de lo que posteriormente fue el genocidio de la última dictadura cívico-militar”, señalaron desde “La Huella”.

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