Durante su alocución con motivo de la colación de grdo celebrada este viernes en el Aula Mayor del campus, el rector de la Universidad Nacional de Río Cuarto destacó la importancia del derecho a la educación.
El rector destacó la trascendencia de una colación, acto que reafirma el sentido de nuestra institución y constituye una instancia de esperanzas que se renuevan al cumplir con una de las mayores expectativas sociales.
Rovere consideró que «en esta instancia, no podemos dejar de valorar el apoyo incondicional de familiares que creen y apuestan a la educación pública, confiándonos lo más preciado de sus vidas. A los amigos, involucrados en este proceso de formación, acompañantes incansables, a veces silenciosos y espontáneos, pero que constituyen también verdaderos nutrientes de afecto y entrega, que los sostienen y contienen en las vicisitudes y matices que implica la vida universitaria. Sin embargo, muchos de quienes hoy reconocemos como graduados han podido construir desde la diversidad y la adversidad de sus condiciones y hacer prevalecer su interés en la formación universitaria, posiblemente algunos de ellos condicionados por situaciones socio-económicas difíciles, otros por cuestiones familiares cuando no pueden responder a las exigencias académicas, se ven obligados a dejar temporalmente sus estudios para poder sostener a sus familias».
«El diploma que hoy acreditan», dijo a los graduados, «les recuerda que tienen la obligación de devolver con sentido solidario, aunque sea en parte, el esfuerzo que el país realizó para formarlos profesionalmente. Piensen que frente a otros sectores de la sociedad han adquirido capacidades para poder encontrar soluciones viables a los complejos problemas que afronta nuestro país». Añadió Rovere a los nuevos profesionales que «el juramento que acaban de realizar, expresado con tanto sentimiento, nos hace conscientes de la imposibilidad de construir una sociedad más justa y emancipada si no recreamos nuestras competencias como universitarios en la renovación permanente de las instituciones educativas, con la convicción de que constituyen uno de los pilares fundamentales para el desarrollo social. La educación superior que han recibido debe reforzar su voluntad de servicio a la comunidad, con prácticas encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo y la exclusión, y a detener el irracional deterioro del ambiente».
Particularmente, el Rector hizo hincapié en el compromiso de defender y sostener la educación pública y gratuita como un derecho irrenunciable, orientado a garantizar una ciudadanía plena en el marco de una democracia social.
En este marco, el rector de la UNRC consignó que «la educación superior es un derecho universal que presenta una doble titularidad: individual y colectiva. Como derecho individual, exige generar condiciones para que todos los jóvenes puedan acceder a estudios superiores, aprender, socializarse plenamente y graduarse y como derecho colectivo, exige garantizar que los resultados de la actividad de formación, de investigación, de extensión y de promoción de la cultura que llevamos adelante en el ámbito de las universidades alcancen y beneficien al conjunto de la población. Porque de esta manera, la universidad contribuye a la consolidación de la identidad nacional, a la formación ética y ciudadana, a la solidaridad, a la cultura de la paz, al ejercicio pleno de los derechos humanos y al desarrollo humano sustentable, contribuyendo en definitiva de manera significativa a la formación de ciudadanos críticos y comprometidos socialmente».
«Consideramos asimismo que el conocimiento y el saber no pueden convertirse en una fuente de discriminaciones y por eso, esta Universidad se ha abierto a todas las edades, sin distinción; a todos los sectores sociales; a quienes ya pasaron por ella y necesitan volver, y también a los que nunca pudieron ingresar y quieren hacerlo. En definitiva, a todos los que acrediten deseos de seguir progresando», agregó.
Más adelante, Rovere citó al educador, escritor y filósofo venezolano Simón Rodríguez (1768 – 1854): «Se ha de educar a todo el mundo sin distinción de razas ni colores. No nos alucinemos: sin educación popular, no habrá verdadera sociedad. Instruir no es educar. Enseñen y tendrán quien sepa, eduquen y tendrán quien haga. Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra».
Tras rotular al individualismo como perverso y negativo, el Rector planteó a los flamantes 126 profesionales de la UNRC que no pueden ser meros espectadores de lo que sucede en nuestro país, deben ser protagonistas fundamentales del progreso social, económico y cultural de nuestra Nación, deben creer en ustedes mismos, en sus raíces, en el conocimiento que han acumulado y que es posible transformar las cosas. Deben crear, a través de lo aprendido, las condiciones para la generación de ideas, las ansias de progresar y mejorar cada día, en el convencimiento que se puede lograr un futuro mejor.
Finalmente, deseó paz y prosperidad para todos en las fiestas navideñas y de fin de año, y manifestó gratitud a quienes este viernes se recibieron y a sus familias por confiar en la UNRC.