Desde el área de Bromatología del Ente de Prevención Ciudadana y Gestión Ambiental, se realizó un operativo de destrucción de alimentos no reglamentados para el consumo humano. Se trata de un operativo de prevención a fin de disminuir el riesgo de ocurrencia de enfermedades transmitidas por alimentos. En este caso, los productos decomisados: panes, fiambres, pastas, lácteos, ensaladas y cervezas, fueron trasladados al enterramiento municipal para concluir el proceso de decomiso.
Así lo indicó Noelia Coria, directora de Bromatología, quien explicó que “a partir de diferentes controles en comercios u operativos de transporte de sustancias alimenticias, se detectan alimentos que no son genuinos, es decir, que no cumplen con alguna condición que los haga aptos para su comercialización y su consumo”. “Esto deriva en primera instancia en un procedimiento de intervención y se sacan de la vía comercial para que el consumidor no tenga acceso a ellos, no los adquiera», dijo la funcionaria.
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Coria agregó que “la segunda etapa es el decomiso, que implica la desapropiación del producto por parte del comerciante, ya que esto no puede ser consumido y se destruye”. “En el caso de nuestra ciudad, son llevados al relleno sanitario y destruidos en el momento, desnaturalizados, de manera que no pueden ser ingeridos por ninguna persona ni por ningún animal”, especificó la directora de Bromatología.
En cuanto al procedimiento, la funcionaria sostuvo que se reúnen varias de estas intervenciones y se llevan todas juntas con su consciente labrado de acta para dejar constancia, que quede sentado y se eleva a fiscalía para dar conocimiento.
