El Consejo Superior resolvió por unanimidad otorgar el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Río Cuarto a Gustavo Berti y su esposa Alicia Schneider, creadores del Grupo Renacer, que nació en 1988, tras la muerte de su hijo.
El homenaje es una iniciativa de la Facultad de Agronomía y Veterinaria que ingresó al cuerpo colegiado el pasado 9 de marzo, oportunidad en la que se conformó una comisión ad-hoc encargada de analizarla, tras lo cual ahora el plenario resolvió favorablemente.
Berti y Schneider son reconocidos por la creación de Grupo Renacer “Padres que enfrentan la muerte de hijos”. Esta iniciativa tuvo su origen en la solicitud del trabajador nodocente de la UNRC e integrante de Renacer, Claudio Carabaca.
Renacer cuenta con 33 años de vida, comenzó en Río Cuarto y ya hay medio centenar de grupos en varias ciudades de Argentina, con la participación de unos tres mil padres, que enfrentan el dolor por la muerte de sus hijos; también en Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá, Méjico y España, entre otros países.
El 5 de diciembre se cumplieron los 33 años de la creación del primer grupo Renacer en la ciudad de Río Cuarto, por iniciativa de Alicia Schneider y Gustavo Berti, luego del fallecimiento de su hijo Nicolás, y varios papás más de la ciudad. Su eje es la ayuda mutua entre pares.
En los considerandos, se indica que “la Universidad Nacional de Río Cuarto reconoce a personalidades que supieron abrir horizontes intelectuales y culturales superadores y trascendentes y que se constituyeron en referentes para nuestra sociedad, al haber señalado rumbos posibles en diversos ámbitos como los de la investigación, la educación y la cultura”.
“Que Alicia Schneider realizó estudios en Humanidades y es egresada de esta Universidad como Profesora Superior de Inglés, en tanto que Gustavo Berti es médico cirujano, egresado de la Universidad Nacional de Córdoba, quien se especializó en Neurocirugía en la Cleveland Clinic (Estados Unidos) y es diplomado del American College of Neurosurgery y de la Academia Nacional de Medicina de la Argentina, entre otros”.
“Que la profesora Alicia Schneider y el doctor Gustavo Berti fueron los iniciadores de Renacer, cuyo origen se remite al 5 de diciembre de 1988. Renacer es un grupo de ayuda mutua de padres que enfrentan la muerte de hijos. Nace a partir de la intuición moral de estas dos personas que, habiendo sufrido la muerte de su hijo Nicolás en mayo de 1988, deciden ayudar y servir a otros padres que han pasado por la misma circunstancia dolorosa en sus vidas, sin esperar nada a cambio. Por lo tanto, Renacer es un encuentro de personas, cuya tarea es acompañar a las madres y padres luego de la muerte de sus hijas/os, contenerlos y ayudarlos a encontrar un sentido a sus vidas, no solo en su tragedia, sino en lo que queda por vivir. Renacer no tiene personería jurídica, no es una ONG, no es una asociación civil, no es una fundación, no solicita donaciones ni subsidios. Ante alguna necesidad material que pueda surgir, los fondos para afrontar el gasto son aportados por las madres, padres y familiares que integran los grupos. Sólo se solicita un lugar para funcionar y de esta manera ayudar a la comunidad, en otras palabras, que les ayuden a ayudar. Su principal recurso es El amor a sus hijos e hijas”.
“Que Alicia Schneider y Gustavo Berti son padres que enfrentaron la muerte de su hijo y al hacerlo crearon un movimiento cultural, el Grupo Renacer, que se transformó en una escuela de vida que se nutrió de las experiencias de miles de padres y madres de Argentina, América Latina y el mundo. Esto significó que Alicia Schneider y Gustavo Berti han estado presentes en la realización de más de tres mil reuniones motivacionales a lo largo y ancho de nuestro país y del mundo, que han recorrido centenares de miles de kilómetros, sin ninguna compensación económica en más de tres décadas, siendo fieles a las propias convicciones que exige este desafío, que se torna excepcional en un mundo que se rinde al consumismo y se erige en torno a ideas de poder basadas en el tener y no en el ser”.
“Que Renacer tiene un fundamento filosófico y antropológico; es una construcción colectiva de conocimiento que ha guiado a Alicia Schneider y Gustavo Berti y se inspira en muchos referentes, intelectuales, filósofos, antropólogos, escritores, seres humanos excepcionales, que antes que Renacer abordaron desde diversas experiencias y miradas el tema del sufrimiento humano y cómo sobreponerse a él, generando vidas plenas después de tragedias, en una búsqueda existencial de lo esencial”.
“Que la tarea de Renacer implica trabajar en un camino de humanización, sustentada en pilares fundamentales como la moralidad, la libertad, la responsabilidad, la universalidad, la paridad y la solidaridad que se reflejan en los siguientes principios:
- Preocuparse por el otro: la razón de ser de Renacer es ayudar a los padres en las reuniones con dedicación, con amor, con auto renuncia, con sacrificio personal, renunciando al propio sufrimiento para ayudar al hermano que sufre, lo cual se aprende a través de la escucha cada vez que los padres y madres asisten a las reuniones. A partir de ello, se refleja la auto transcendencia humana poniendo en evidencia que el sufrimiento no puede ser curado, ni resuelto, ni elaborado… el sufrimiento sólo puede ser trascendido”.
- El grupo se debe, por encima de todas las cosas, a los padres nuevos y a los que más sufren: para hacerlo, Renacer propone una tarea basada en la autotrascendencia, el sacrificio y la autorrenuncia. El ser sufriente a quien amar se vuelve la tarea a cumplir a través de los valores de la actitud y la dedicación, sin reparos, a los que ingresan”.
- El sacrificio y el esfuerzo deben ser personales: a cada papá y mamá le corresponde tomar la iniciativa, dar el primer paso, realizar su esfuerzo, ayudar y querer recibir ayuda. Tener fe en el camino nuevo que se le ofrece para transitar. Cabe destacar que cada papá y mamá tienen la libertad de elegir el camino a seguir lo que implica ser responsables de esa elección y de su devolución a la vida”.
- La tarea de Renacer es solidaria y gratuita: todo lo que hacen los padres y madres es por voluntad propia, no hay cuotas. La cuota más cara para ingresar a Renacer ya la aportaron: es haber entregado un hijo a la vida. Además, ser solidario es estar al servicio de otro papá o mamá que sufre y se manifiesta a través del abrazo, de una sonrisa, del dialogo comprensivo y compasivo, de una palabra de aliento”.
- Renacer no se identifica con causa alguna más allá de su misión: la misión de Renacer es la autotrascendencia de cada papá y mamá que integra el grupo. Renacer es un mensaje de Amor a favor de la vida, no se adhiere a ninguna consigna, religión o partido político”.
- Renacer no tiene preámbulos: si hay preámbulos se esquematiza y quedarían ‘encajonados’ en un esquema que no permitiría fluir. Renacer fluye como la vida misma”.
- Objetivos de Renacer: A) Enfrentar el dolor (la realidad dolorosa); B) Aprender de esa realidad que les toca vivir; C) Otorgar al sufrimiento un sentido; D) Dar un nuevo significado a la vida”.
- La más absoluta horizontalidad de los grupos: todos los padres y madres son absoluta y totalmente iguales porque han entregado uno o más hijos a la vida, sin importar la edad o causa. Los une el sufrimiento común. Pero lo más importante: los une el amor incondicional por sus hijos e hijas”.
- No tiene personería jurídica: no tiene ni quiere tener personería jurídica puesto que ello implica la necesidad de cargos. Cuando hay cargos, existe disputa de poder. En Renacer ningún padre o madre puede ni podrá jamás ordenarle a otro papá lo que debe, o no, hacer y, a tal efecto, vale recordar que ellos están en el grupo por sus hijos que han partido y no por mérito personal. Por otra parte, tener personería significaría gestionar y pedir dinero que, luego en muchas ocasiones, se debe retribuir con devolución de favores”.
- Ayuda mutua y no autoayuda: Renacer cambia el lema ‘recibir para después dar’ hacia el ‘dar para recibir’. La ayuda que se da un padre o madre a si mismo es el resultado de una tarea adecuadamente cumplida que consiste en la ayuda a otro papá o mamá que sufre y en ese proceso de ayudar a otro se ayuda a sí mismo”.
“Que Alicia Schneider y Gustavo Berti, en los inicios de Renacer, junto con otros padres y madres, buscaron un marco referencial adecuado para facilitar la reproducción de la experiencia sin que sea necesaria la presencia de ellos en todo momento y en todo lugar. Es así que comprueban que la logoterapia y el análisis existencial de Viktor Frankl son los marcos referenciales más adecuados para esta tarea. Viktor Frankl explica que utilizó el término ‘logoterapia’ para definir su teoría ya que ‘logos’ es una palabra griega que equivale a ‘sentido’, ‘significado’ o ‘propósito’. La logoterapia se centra en el significado de la existencia humana, así como en la búsqueda de dicho sentido por parte del hombre.
De acuerdo con la logoterapia, la primera fuerza motivante del hombre es la lucha por encontrarle un sentido a su propia vida. De ello, se desprenden los objetivos de Renacer: enfrentar el dolor (la realidad dolorosa), aprender de esa realidad que les toca vivir, otorgar al sufrimiento un sentido y dar un nuevo significado a la vida. Por otra parte, Viktor Frankl sostiene que ‘la logoterapia guarda relación, por lo común, con hombres que sufren espiritualmente, pero que no deben ser considerados enfermos en sentido clínico’. Por ello, desde Renacer se sostiene que el sufrimiento no es una enfermedad, consecuentemente, no puede ser curado, ni resuelto, ni elaborado… el sufrimiento sólo puede ser trascendido”.
Más adelante, se toma en consideración que “Renacer enseña que el sufrimiento no es una enfermedad, es una crisis existencial del ser humano que se produce a partir de la muerte de uno o más hijos, de la interpelación que la vida hace a esos padres y madres” y que “no trabaja con el pasado, no se queda anclado en el momento de la tragedia, en esa oscura noche del alma. Plantea que la salida está delante y en lo que deciden hacer los padres y madres de allí en más con sus vidas: si resuelven ir por la vida sufriendo de manera que parecen muertos en vida convirtiendo a sus hijos en verdugos o, si por el contrario, llevan el sufrimiento con dignidad, valentía y coraje para trascender el sufrimiento, aceptando la realidad, poniendo en movimiento una acción proactiva, una actitud positiva y el amor incondicional por sus hijos, los que partieron y los que aún les quedan (si les quedan) para tener una vida plena que sea buena para ellos, para quienes los rodean y para la vida misma”.