Desde este lunes 18 de octubre, los talleres del Programa Educativo de Adultos Mayores han reanudado sus actividades presenciales.
En un clima de alegría, la casa del PEAM vio el regreso de docentes y alumnos, que disfrutaron no solo del reencuentro en su interior sino en la plaza del programa, donde hicieron ejercicios físicos al ritmo de la música.
Gabriela Müller, coordinadora del PEAM, expresó que el retorno es particularmente necesario por cuanto hubo alrededor de “un 60% de estudiantes que no se pudieron conectar nunca” a las clases virtuales. Destacó que para efectivizar la vuelta a la casa sita en bulevar Almafuerte y Vicente López se tomaron las medidas previstas en el protocolo de trabajo seguro, entre ellas el aforo, por el cual algunos talleres han conformado burbujas.
“Están dadas todas las condiciones de cuidado, por eso es que volvimos”, dijo y añadió que los estudiantes deben acreditar que recibieron las dos dosis de vacuna contra el Covid 19 –solo se admiten excepciones justificadas por un médico.
Respecto de porqué se retomaron los encuentros presenciales de talleres y unidades de gestión, Müller indicó que “era una necesidad anímica” para tantos adultos mayores que atravesaron la pandemia sin siquiera contacto virtual con sus pares. Recordó que en el transcurso de 2020 y el año en curso hubo voluntarios que asistieron a quienes lo necesitaron y que este año se empezó a brindar un taller “para personas en situaciones de diversos duelos”.
Las ganas de poner nuevamente los pies en la casa PEAM fueron expuestas por Olga Chanaday, alumna de hace más de 15 años, quien caminó desde su casa en el sector oeste de la ciudad para hacer educación física. “Estoy feliz, feliz, feliz. Esperaba tanto esto… Estoy feliz de reencontrarme con la gente, con mis compañeros. No han venido muchos, pero de a poquito van a regresar”, dijo Olga.
Al cabo de meses “en casa, encerrada” vivió una primera clase en la que movió “todas las articulaciones. Esto es bárbaro, fuera de serie”.