Con la siembra prácticamente finalizada, la mayoría de los técnicos y referentes zonales indicaron que el cereal tuvo una buena implantación, favorecido por el contenido de humedad inicial en la capa arable. Solo se dieron algunas excepciones de nacimientos en “manchones” en las siembras más tardías donde la humedad del suelo era menor.
Más allá de que el 56% del cultivo se reportó en excelente y muy buen estado general, la superficie en regular y mal estado se duplicó, pasando de ser 48 mil ha a 102 mil ha. Según colaboradores, esto se atribuye a la sequía y las heladas que ya habrían empezado a hacerse notar en los lotes.
Se informó un aumento de solo el 1% de la superficie destinada a cobertura en comparación con junio, pero se sostiene que se está a la espera de las lluvias para decidir el destino que se le dará al cultivo.
En cuanto a plagas, se observó presencia de pulgón verde de los cereales (Schizaphis graminum) en baja incidencia en los departamentos del norte de la provincia.
Fuente: Departamento de Información Agronómica – Bolsa de Cereales de Córdoba.
Fuente: Departamento de Información Agronómica – Bolsa de Cereales de Córdoba.